El cantón Uyunense de la provincia Caranavi, al oeste de la capital cafetalera de Bolivia, se caracteriza por la producción de cítricos como la naranja y la mandarina, sin embargo enfrenta el abandono y la falta de atención por parte de las autoridades al único centro de estudios de la comunidad.
Esta unidad cuenta con instalaciones muy precarias, la humedad hace estragos e inclusive se inundan las dependencias cuando llueve.
Los profesores y los padres de familia de las juntas escolares, deben limpiar el lugar y retirar el agua de debajo de las mesas con escobas, baldes y estropajos, dándose modos a fin de que los estudiantes puedan pasar clases.
Los ambientes de la unidad educativa, se encuentran en condiciones deplorables, pues las construcciones tendrían más de cuarenta años.
Los afectados piden a las autoridades renovar esas la infraestructura de ese colegio.