El informe de Comercio Exterior del Instituto Nacional de Estadística revela que Bolivia comenzó el año con un déficit comercial de 171 millones de dólares, marcando una disminución en las exportaciones e importaciones en comparación con el mismo período del año anterior.
Factores internacionales como el conflicto bélico en Europa y la contracción económica mundial, así como los bloqueos de carreteras y los efectos del cambio climático a nivel nacional, han contribuido a esta situación.
Las exportaciones han disminuido significativamente, especialmente en la industria manufacturera y la extracción de hidrocarburos, mientras que las importaciones han experimentado un descenso en todas las categorías económicas, excepto en alimentos y bebidas.
Carlos Mesa, líder de Comunidad Ciudadana, alerta sobre una posible crisis energética, atribuyendo la incertidumbre a la falta de transparencia del Gobierno en cuanto a las reservas reales de gas del país.
Esta combinación de factores plantea desafíos económicos significativos para Bolivia en el inicio del año.