Un orangután de Sumatra, Rakus, de unos treinta años, se curó una herida en la cara aplicándose un ungüento que produjo al masticar una planta medicinal.
La herida, originada probablemente en una pelea con otro orangután macho, se curó en apenas dos semanas gracias al tratamiento autóctono.
Este comportamiento, documentado por primera vez en un gran simio en estado silvestre, sugiere que los primates pueden tratar activamente una lesión de manera similar a los seres humanos.
¿Cómo la utilizó para curar su herida?
Rakus masticó hojas de una liana llamada Akar Kuning (Fibraurea tinctoria) y colocó el jugo de la planta sobre su herida abierta, cubriéndola completamente con la pulpa de liana.
¿Qué propiedades tiene la planta medicinal utilizada por el orangután y cómo se utiliza en la región?
La planta contiene sustancias antibacterianas y antiinflamatorias, y se utiliza como medicina tradicional en la región para tratar enfermedades como la malaria y la diabetes en Indonesia.
¿Qué implicaciones tiene este comportamiento para nuestra comprensión de la inteligencia y la capacidad de los primates para tratar enfermedades?
Este comportamiento sugiere que los primates pueden tratar activamente una lesión de manera similar a los seres humanos, lo que podría indicar que nuestro último ancestro común ya utilizaba formas similares de tratamiento con ungüentos.
Los investigadores observarán ahora de cerca a otros miembros de la especie para ver si pueden detectar las mismas habilidades de curación que mostró Rakus.
¿Qué otras observaciones similares se han hecho en otros primates y qué pueden indicar sobre su capacidad para tratar enfermedades?
Otros estudios han observado comportamientos similares en chimpancés, bonobos y gorilas, que seleccionan cuidadosamente las plantas a ingerir y cuyo conocimiento sería transmitido por las hembras, asimismo, los científicos ya sabían que los grandes simios utilizaban la medicina para intentar curarse.