La disminución de las importaciones de bienes de capital en Bolivia plantea un sombrío panorama para la actividad productiva y la oferta de alimentos en el mercado interno, según advierten economistas.
La escasez de dólares y la persistente crisis económica, sin cambios en el modelo económico, están exacerbando esta situación.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran un déficit de más de 500 millones de dólares en el comercio exterior, acompañado por una reducción en las compras de bienes de capital en 2023 en comparación con el año anterior.
Esta caída, que ha llevado a una menor inversión y un aumento de la deuda con proveedores tanto públicos como privados, podría tener graves repercusiones en el crecimiento económico y en las condiciones laborales del país, según Gabriel Espinoza, economista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB).