Su nombre es María de Jesús Crucificado, es una monja que lo dejó todo de lado para servir a Dios en el convento Carmelo de San José. A sus 41 años ha realizado un trabajo digno de una verdadera artista dentro de esta comunidad.
Ella afirma que Dios ha bendecido sus manos. Que es él quien le ha permitido realizar trabajos maravillosos dentro de este lugar.
Le dedica su tiempo libre al tallado en madera. Con su talento y devoción a logrado tallar la imagen de Jesús en tamaño real. El cual, terminó de esculpir en el tiempo récord de tres meses.