El ataque al corazón o infarto suelen producirse cuando un coágulo de sangre obstruye la irrigación sanguínea hacia el corazón. Al dejar de ser irrigados por sangre, los tejidos no reciben oxígeno y mueren. La razón más común de esto es la acumulación de depósitos de grasa en las paredes internas de los vasos sanguíneos.
Los síntomas de un ataque al corazón
- Dolor o incomodidad en el pecho: Puede sentirse como una presión intensa en el pecho o un dolor punzante. Los especialistas alertan que es usual que esto sea confundido con la indigestión o el reflujo ácido, por lo que las personas suelen ignorarlo o tratar de controlarlo con automedicación.
- Dolor en otras áreas del torso: La AHA también destaca que el dolor de un ataque cardíaco a menudo se irradia a otras zonas de la parte superior del cuerpo: puede extenderse desde el pecho a los brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago. Esta manifestación puede darse de manera constante o intermitente.
- Dificultad para respirar: La también conocida como disnea es otro síntoma clave a tener en cuenta. Esto puede ocurrir antes o durante el dolor en el pecho, o incluso puede ser el único síntoma evidente de un ataque cardíaco.
- Otros signos: Las alertas de un ataque cardíaco también pueden ser el sudor frío repentino, náuseas o aturdimiento.
Factores de riesgo
- El consumo nocivo de alcohol
Además, estos hábitos son más riesgosos para personas con determinadas condiciones médicas, tales como:
- Glucosa en sangre elevada
- Lípidos en sangre elevados