Varias personas que participaban en una misa, rompieron en carcajadas al escuchar una frase que dijo el padre de una parroquia.
El cura de manera seria y continuando el encuentro religioso, dice a todos los feligreses que repitan la frase: “la tengo dura mi vida”, párrafo el cual fue tomado de otra manera por los católicos presentes quienes rompieron en carcajadas.
De entre las personas, surge una mujer que corrige dicha frase, gritándole al padre que mejor sonaría “mi vida es dura”, a lo que él responde “eso es lo que dije”.
Para finalizar, el cura asimila que la frase fue tomada con doble sentido y es donde el también rompe en carcajadas.