El consumo de remolacha ayuda a controlar la presión arterial, previene ataques de asma, contribuye a una buena visión, reduce el colesterol, previene la placa dental, combate la osteoporosis y controla la diabetes.
Contiene ácido fólico, potasio, fósforo, además de vitaminas B1, B2, B3 y B6, y C. Es rica en minerales hierro y yodo.