Actores, músicos y personal administrativo del teatro relatan sobre sus experiencias y los encuentros que tuvieron con el denominado “Tío Ubico”, el fantasma del actor y dramaturgo Wenceslao Monroy (1881 – 1954) que decidió quedarse en el teatro y deambular por sus pasillos y camerinos. Dicen que es bueno con quien lo quiere, pero es malo con quien no, cuentan los que tuvieron un encuentro con este ente.