Ecuador declaró el pasado domingo alerta roja a 193 de sus 221 cantones, incluidos los que están en las ciudades más populosas como Quito y el puerto de Guayaquil (suroeste), y suspendió las clases ante un acelerado incremento de casos de COVID-19.
La medida, que será analizada el 21 de enero, se debe a que los contagios se incrementaron de 4.000 en la semana de la Navidad a más de 42.000 en la segunda semana de enero, dijo a la prensa el viceministro de Salud, José Ruales. Agregó que “este número de contagios es el más alto que hemos visto desde el inicio de la pandemia” en Ecuador, que declaró la presencia del virus en febrero de 2020.