El pasado jueves 16 de diciembre, alrededor de las 10 de la mañana, cinco niños perdieron la vida y varios más resultaron gravemente heridos. Esto, después de que fuertes vientos levantaran un castillo inflable provocando que cayera 10 metros.
La tragedia ocurrió durante las celebraciones de fin de año en el colegio de primaria Hillcrest en la isla de Tasmania, al sureste de Australia. La noticia fue difundida por las autoridades locales.
La muerte de dos niños y dos niñas fue notificada poco después del incidente, mientras que otro falleció en el hospital después de quedar herido. Los otros afectados permanecen en el centro sanitario. Las autoridades se han limitado a dar detalles de las identidades de los niños. Sin embargo, se piensa que los estudiantes tienen entre 10 y 11 años.
El comisionado de policía de Tasmania, Darren Hine, expresó a los medios que “estos niños estaban celebrando su último día de escuela. En lugar de eso, todos estamos de luto por su pérdida”.
El primer ministro Scott Morrison dijo que “los niños pequeños pasan un día divertido junto con sus familias y se convierte en una tragedia tan terrible en esta época del año. Simplemente te rompe el corazón”. Aseguró que estaba “destrozado por esta tragedia inimaginable”.
Por su parte, el secretario del Departamento de Educación de Tasmania, Tim Bullard, se comprometió a ayudar a las víctimas y los familiares. “Tenemos un equipo en el lugar para prestar apoyo a los alumnos y los empleados, y esto incluye psicólogos, trabajadores sociales y capellanes”.