La ofensiva israelí en Gaza se intensifica. Según las autoridades palestinas, un ataque aéreo en el campo de refugiados de Jabalia en el norte del territorio ha dejado al menos 50 muertos.
Previamente, las fuerzas israelíes habían atacado a militantes de Hamás en una extensa red de túneles subterráneos. Hamás, por su parte, afirmó que sus militantes habían disparado contra las fuerzas israelíes en el norte y sur del territorio. La situación para los civiles se deteriora: se informa que al menos 8.525 palestinos han muerto, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte sobre una “catástrofe de salud pública inminente”.
Mientras tanto, los combates en Gaza continúan. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han atacado al menos 300 objetivos de Hamás y han enfrentado a sus militantes dentro de la red de túneles. Las brigadas Al-Qassam, el brazo armado de Hamás, afirman que sus hombres se enfrentaron a las tropas israelíes “que invadieron el eje sur de Gaza”, aunque Israel no ha confirmado esta versión.
A medida que los asaltos se intensifican, la crisis humanitaria empeora. La ONU enfatiza que el alto al fuego es “una cuestión de vida o muerte” para más de dos millones de palestinos.