Como parte del experimento, dirigido por Robin Radcliffe, profesor titular de medicina de la conservación y la vida silvestre en la Universidad de Cornell, el equipo sedó a 12 rinocerontes negros en Namibia con dardos aéreos, les ató las piernas y los suspendió, los científicos querían saber si la salud de los animales podría verse comprometida cuando cuelgan de sus patas debajo de un helicóptero.
Si bien el método de investigación puede parecer extraño, los hallazgos del experimento tuvieron importantes implicaciones para los esfuerzos de conservación.
Este tipo de transporte aéreo es usado con cada vez más frecuencia para trasladar rinocerontes entre zonas de hábitat fragmentado.
Sin embargo, nadie había realizado la investigación básica para comprobar que la función cardíaca y pulmonar de los animales tranquilizados se adaptaba sin problemas a volar en esa posición, señaló Radcliffe.
“Namibia no fue el primer país en trasladar a los rinocerontes boca arriba con helicópteros, pero fueron los primeros en dar un paso atrás y decir, ‘oye, estudiemos esto y averigüemos, ¿es este transporte seguro para los rinocerontes? “, agregó el investigador de Cornell.
El estudio mostró que es mejor para los rinocerontes ser trasladados en esta posición inusual que simplemente acostados hacia abajo o de lado.
Este estudio, se publicó en enero en la revista ‘Journal of Wildlife Diseases’, en el 2015, donde se involucró a 12 rinocerontes que pesaban entre 1,770 y 2,720 libras cada uno.
Entre los otros científicos honrados este año se encontraba un grupo de investigadores que investigó las bacterias que viven en el chicle desechado en las aceras, y los investigadores que descubrieron que los orgasmos pueden eliminar la congestión nasal en los humanos.
Fuente: BBC