Cuando a Tom Daley le preguntan cómo maneja la presión de tener que mantenerse como campeón olímpico responde que ha encontrado en hacer punto a su mejor aliado. El trabajo manual le permite desconectar y concentrarse en otra situación que no sea el deporte para luego salir al trampolín y cumplir con sus objetivos. Así lo ha logrado el saltador que otra vez ha vuelto a colgarse un oro en Tokio 2020. Y si alguien se había creído que era una broma, ha podido comprobar que no le importa demostrarlo en público.
Así lo descubrieron quienes vieron la retransmisión de la final de trampolín a tres metros femenina. En la grada, Tom Dabley hacía ganchillo vestido con su uniforme británico de competición mientras saltaban las finalistas. Toda una manera de conjugar sus dos pasiones: la piscina y el punto.
No es la primera vez que Tom Daley llama la atención en los Juegos Olímpicos. Desde hace un tiempo ha querido tomar la bandera de la reivindicación de los derechos de los homosexuales y la protección de los mismos. Por ello, ha hablado públicamente como figura mundial conocida y ha querido reivindicar la figura de un campeón del mundo gay.
Quizás por este motivo pasaron casi desapercibidas sus declaraciones sobre cómo lograr relajarse entre competiciones. Y no será porque no ha insistido sobre el tema. De hecho, guarda sus medallas olímpicas en unas fundas que él ha tejido haciendo punto. Las pruebas están en Instagram, donde muestra sus creaciones.
Redacción: MensHealth