En el club de golf “Topgolf” en San Antonio (Texas, EE.UU.), se produjo un suceso insólito. Una bola de golf lanzada por un joven deportista, fue impactada por un rayo en medio de una tormenta.
La pelota que pertenece a Tomás Enrique Gómez, quien visitaba el club junto a sus hermanos y amigos, estaban en medio juego. El pequeño balón desarrolló una velocidad de más de 140 kilómetros por hora antes de ser alcanzada en pleno vuelo.
Todos se sorprendieron por este hecho y el joven golfista de 18 años, declaró: “Simplemente estaba feliz de que golpeara la pelota, y no a mí”.