Una mujer de la tercera edad, junto a su nuera, denuncian haber sido víctimas de un familiar muy cercano y aseguran que esta persona ingresó a la vivienda de ambas y con un combo en la mano empezó a romper uno de los muros de la casa. Lo que habría pasado, según lo que cuenta la nuera, que está persona, quien destruyó el muro de ladrillos, dice ser el dueño de todo este terreno donde viven las mujeres. Según el hombre, tiene los papeles de la casa, documentos que hasta el momento no habría presentado. Todo empezó, cuando los padres de la señora de la tercera edad hicieron la repartición de todo ese terreno a sus cuatro hijos. Sin embargo, tiempo después muere uno de los hermanos, otro se fue a Cochabamba a vivir y ya no reclamó parte de la herencia. Quedaron dos hermanas, quienes ahora están en el medio del problema. Elena y Eulogia, la primera, es la denunciante y la segunda sería quien junto a su marido exigen supuestamente la totalidad del lugar. La pareja de Eulogia es el denunciado de haber destrozado el muro. Desde la parte legal, un abogado nos explica cómo se fue desarrollando el caso de Elena tomando en cuenta que se inició un proceso legal que fue desestimado por la autoridad competente.