Los cúmulos de galaxias están compuestos por miles de galaxias en su interior, además de una cantidad exagerada de gas, materia oscura y energía, lo que hace su colisión uno de los eventos más grandes en el universo, desde el Big Bang.
Chandra observó por 23 días a los cúmulos de galaxias conocidos como Abell 2146, y logró capturar no solo el momento de la colisión, sino también las ondas de choque que alcanzan un tamaño de 1.6 millones de años luz.
El choque provocó que las partículas de gas se alborotaran y colisionaran entre sí, lo que generó una energía inicial colosal, que además continuo a lo largo de 200 millones de años.
Los cúmulos de galaxias que chocaron se encuentran a más de 2.800 millones de años luz de la Tierra, un fenómeno estudiado por un equipo de científicos de la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Nottingham, a cargo de Helen Russell.
La imagen capturada por el Chandra, muestra la presencia de gas (purpura) rodeando a cabalidad a los cúmulos de galaxias en colisión, y las galaxias (rojo y blanco) que contenían los cúmulos.