Es un día como cualquier otro, la única diferencia es que quieres dar un paseo y que un desconocido se te acerca para advertirte que una extraña presencia está ocupando la parte posterior de tu vehículo. Cuando miras sólo lograr ver una gran mancha, compuesta por abejas casi pegadas a la carrocería.
Aunque suene de película, eso fue lo que le ocurrió a Carol Howarth, una jubilada de 65 años, que hace unos días acudió a una reserva natural cerca de su casa en Haverfordwest, Reino Unido para solucionar su problema.
"Las abejas necesitan nuestra ayuda y me preocupa que algún idiota viniera a verter agua hirviendo sobre ellas o alguna estupidez así", explicó Tom Mose, uno de los guardaparques que la ayudó.
Así fue como con paciencia el hombre logró espantarlas y sacarlas de la parte trasera del vehículo de la anciana… aunque sólo por unas horas. Y es que la mujer, tras llegar a su casa y despertar al otro día, descubrió que las abejas nuevamente se habían apoderado de su automóvil. ¿La razón? Si bien no ha sido confirmado, se estima que la abeja reina quedó atrapada en el sector trasero de la camioneta, tal como expuso uno de los apicultores que llegó a ayudar a la anciana a sacarlas.
"Creemos que la reina se sintió atraída por algo en el coche, tal vez algo dulce, y se metió por un hueco del limpiaparabrisas trasero o tal vez por una bisagra", afirmó Roger Burns, quien logró atrapar a varias de ellas con una caja.
Este trabajo conllevó que Roger terminara con 20 picaduras, las que no le impidieron seguir con su labor, gracias a la ayuda de un grupo de colegas.
De la abeja reina poco y nada se supo. De hecho, se estima que escapara durante la evacuación de su colmena, ya que no logró ser encontrada.