La autoridad de gobierno, Eduardo del Castillo, inició estableciendo que la reciente aparición de Sebastián Marset no fue una entrevista, sino una “apología del delito”, en defensa del narcotráfico.
La información compartida por Marset no sería, en opinión del ministro, más que mentiras, arguyendo que no podía haber sido avisado con tiempo, siendo que dejó la suma de $us 420.000 en el país.
Asimismo, lanzó la pregunta de lo que habría pasado si el narcotraficante habría hablado bien del gobierno o del cuerpo policial boliviano.
Otras autoridades también respondieron al narcotraficante, como el viceministro de seguridad ciudadana, Roberto Ríos, el comandante departamental de la Policía, Erick Holguín, desmintiendo sus acciones.
Asimismo, el presidente de la cámara de senadores, Andrónico Rodríguez, y Leonardo Loza, senador del MAS – IPSP, pidieron acciones para rectificar las acciones. Mientras que otras autoridades, como el diputado del MAS – IPSP, Freddy López, y Alejandro Reyes, diputado de Comunidad Ciudadana, pidieron renuncias de las autoridades implicadas.