Un juez de Texas, Estados Unidos, autorizó el aborto de emergencia del feto de una mujer con un diagnóstico fatal, en un estado en que casi todos los tipos de abortos están prohibidos.
La madre de 31 años, Kate Cox, tenía 20 semanas de embarazo cuando descubrió que su feto tenía Trisomía 18 o Síndrome de Edwards.
Dicho síndrome es un desorden genético que causa de forma continua la muerte del feto o del recién nacido. Aunque la madre de dos expresó sus deseos de tener un tercer hijo, está agradecida con la decisión judicial.
La trisomía 18 es un trastorno genético en el que se tiene una tercera copia del cromosoma 18, en lugar de las dos copias saludables. El origen del desorden ocurre en el espermatozoide u óvulo que forma el feto.
Cuando el feto nace con vida (el 95% muere antes de nacer), se pueden presentar complicaciones graves como dificultad para respirar, sordera, insuficiencia cardíaca, convulsiones y problemas de la vista, siendo solo el 10% los bebés que sobreviven el año.
Fuente: NBC News.