Kirk Alexander, de 47 años, es un fanático de Domino's Pizza, hasta el punto que compraba siempre en el mismo local, ubicado en Salem, Oregon, Estados Unidos. Su obsesión y fidelidad como cliente que le permitieron salvarse de la muerte. Kirk compraba regularmente en el local de comida rápida, pero cuando pasaron 11 días desde que no llegaba un pedido con su nombre, los empleados del sitio se preocuparon.

"Él ordena cada día, sus pedidos aparecen en nuestra pantalla porque ordena online, así que cuando lo vemos ahí es como 'ah, ahí está lo de Kirk'. Es un cliente tan importante que es como parte de nuestra familia aquí en Domino's. Lo conocemos, pide todo el tiempo, así que creo que era parte de nuestro trabajo. Sentíamos que teníamos que hacer", comentó sobre su acción la gerenta del local, Sarah Fuller.

Por lo mismo, Fuller decidió enviar a una de las repartidoras a la casa del hombre a revisar que todo estuviera bien. Al llegar a la vivienda, la trabajadora vio las luces y la televisión encendidas, pero no nadie le abrió la puerta, por lo que llamó al 911. Cuando emergencias llegó al lugar, Kirk estaba tendido en el suelo y al borde de la muerte.

La policía no detalló qué tipos de problemas médicos afectaban al cliente de la pizzería, pero si los calificó de graves y aseguraron que de no llegar la repartidora a tiempo, la afección pudo haber acabado con la vida de Kirk. Increíble que por ser un muy buen cliente de un lugar, se preocuparan tanto por él y le salvaran la vida. ¿Qué te parece el actuar de la gerenta de la pizzería? Cuéntanos en los comentarios.