La última erupción del volcán Etna, que se sitúa en la isla de Sicilia, dejó boquiabiertos hasta a los vulcanólogos que vieron la activad por alrededor de una semana en la que estuvo arrojando rocas cenizas y lava.
Según Boris Behncke, que forma parte del Instituto de Geofísica y Vulcanología de Italia, que estuvo siguiendo de muy cerca la actividad del volcán, el estallido que se registró en la noche del 22 y 23 de febrero fue “mucho más poderoso”, y que después de “regalarnos momentos de suspenso” durante las anteriores noches, Etna por fin estalló de una manera extraordinaria.
Así mismo, también del INGV, Marco Neri, indico que la última actividad volcánica es “es la más fuerte en el cráter sur”, que fue registrado en 1971, a pesar de la explosión tan alta asegura que “no hay ningún riesgo para la población”, mas allá de poder causar algunos problemas respiratorios a causa del humo y dejar los alrededores cubiertos de ceniza a causa del humo.
El Etna es el volcán más activo de Europa, muchas veces provoco que cambie el paisaje del suroeste de Sicilia y muchas veces se llegó a convertir en un peligro para los asentamientos que se sitúan en las laderas.