El sábado 30 de septiembre, en la comunidad de Arumã, localidad de Beruri, cerca de Manaus, se vivió una tragedia desgarradora. Un deslizamiento de tierra arrasó con varias casas, comercios e iglesias, dejando varios muertos y causando un gran dolor en la región.
Las autoridades locales en conjunto de equipos de rescate, se movilizaron de inmediato hacia la zona del deslizamiento para iniciar con las labores de búsqueda y rescate. La situación en el lugar del desastre era caótica, con los habitantes angustiados, buscando a sus familiares desaparecidos y tratando de ayudar a los heridos.
Se estima que en Brasil 9,5 millones de personas viven en áreas de riesgo amenazadas por deslizamientos o inundaciones.