El pasado jueves se levantó una demanda colectiva contra ByteDance, empresa matriz de Tik Tok. Sucedió en California, Estados Unidos.
La demanda fue iniciada por Candie Frazier, ex moderadora que trabajaba para una empresa que fue contratada por Tik Tok. Su trabajo consistía en revisar los videos marcados como violación de las reglas de la red y si debían ser eliminados o no.
Este trabajo es considerado por muchos uno de los más perturbadores pues se requiere pasar largas jornadas revisando vídeos de violencia extrema contra animales, violaciones, tiroteos, canibalismo, mutilaciones, asesinatos, entre otros actos traumáticos.
En la demanda se destaca que los moderadores de TikTok trabajan un total de 12 horas al día, con una pausa de 1 hora para comer y dos descansos de 15 minutos cada dos horas durante la jornada.
El resto del tiempo se dedican a “consumir” el contenido de la plataforma, revisando de 3 a 10 vídeos a la vez, todos denunciados por “actos de violencia extrema y gráfica”.
Frazier denunció que a compañía la obligaba a mirar el contenido perturbador durante horas y no se le brindaron las medidas para proteger su salud mental. Lo que hizo que desarrolle un “trastorno de estrés postraumático”.
Los abogados alegan que TikTok no implementó las pautas de seguridad mental, que incluyen brindar apoyo psicológico y limitar los turnos a cuatro horas. Y por el contrario se “castiga fuertemente aquel tiempo que no esté dedicado a ver videos gráficos”.
Tampoco se asumen medidas que limiten o bajen la resolución de los vídeos que deben ser revisados para evitar que se saturen del contenido explícito.
Debido a esto Frazier y sus compañeros desarrollaron “graves traumas psicológicos, incluyendo depresión y síntomas asociados con ansiedad y trastorno de estrés post traumático”, según la demanda.
Frazier solicita una compensación por las lesiones psicológicas y una orden judicial que exija a la empresa establecer un fondo médico para los moderadores.