Visitamos este interesante lugar ubicado en un peñón comprendido en el área protegida Parque Nacional y Área de Manejo Integrado Amboró.
Allí encontramos a Danelio Montenegro, un hombre, que a pesar de su edad avanzada continúa siendo el guía del fuerte de Samaipata, quien gentilmente nos condujo por el sitio arqueológico enseñándonos los lugares ceremoniales, las graderías y pasillos, así como las entradas de varios pasadizos donde asegura que existe cuatro “chinkanas”, especies de laberinto o “lugar donde uno se pierde”, en un sector rodeado de arbustos y vegetación.
Conociendo la chinkana
El guía a tiempo de hacer referencia a varias teorías de las chinkanas, aseveró que él tiene viviencias propias de estos laberintos.
Danelio: ¨yo entré dos veces a una de las chinkanas, la primera vez en 1974, entramos tres, los más jóvenes del grupo, unos treinta metros, esto tiene 17 m vertical y el muro horizontal viene hacia el oeste como 8 a 10 m de largo y donde termina el plano hay gradas que va dando vueltas en forma de caracol, yo bajé tres gradas…y luego me di media vuelta para atrás¨.
Por otro lado, el cuidar ese sitio arqueológico lo lleva en la sangre, su padre fue el primer cuidante, vigiló el Fuerte de Samaipata todo el año 1975.
Danelio ayudó a excavar con su tío varios muros, labor en la que también participaron su papá y otras personas.
Prometiéndonos volver e indagar más sobre las particularidades del fuerte de Samaipata, agradecemos la gentileza y la hospitalidad de Danelio Montenegro, natural del lugar, rebosante de vitalidad y que dedica su vida y energías a este inolvidable sitio.