En una reunión a puertas cerradas y en italiano llevada a cabo el pasado lunes 20 de mayo, el papa Francisco instó a los obispos a evitar que personas homosexuales entrasen a seminarios.
Todo esto debido a que había demasiado “frociaggine” (maricón/na), sin saber que se trata de un término despectivo, algo que causó revuelo.
La prensa italiana filtró esta información el lunes 20 de mayo.
Varios obispos dijeron que las palabras del Papa provocaron risas incrédulas y que era obvio que lo que dijo era una equivocación.
“El italiano no es su lengua madre, en su familia cuando era chico hablaban el dialecto piamontés y era evidente que el Papa no era consciente de cuán ofensiva esta palabra resulta en italiano”, explicó el vaticanista del Corriere della Sera, Gianguido Vecchi.