En la visita se pudo evidenciar que ya no existe el “gallinero” que era supuestamente utilizado por el ex subdirector, Carlos Villamil, para abusar sexualmente a estudiantes mujeres.
Pedro Lima denunció que Fe y Alegría habría vendido hace muchos años partes de los terrenos que habrían sido donados por una familia para el funcionamiento del internado Juan XXIII. El exjesuita aseguró que la venta fue ilegal y que se trata de hacer desaparecer el escenario de los abusos sexuales.