Es casado con la señora Esperanza Ortega de 95 años y tienen 3 hijos.
Actualmente ellos viven con uno de ellos.
Los vecinos de la zona del cambódromo nos cuentan que Don Pedro se ganó el cariño del barrio y todos los días el iba a una ventita al frente de su casa a tomarse una bolsa de leche, sin embargo desde hace 3 meses no lo hizo más.
Su hijo les contó a los vecinos que su papá ya no quiere caminar, además está perdiendo la visión y la audición.
Ahora Don Pedro y su esposa se hacen compañía, pues ambos ya no pueden caminar y están juntos hasta que su hijo llegue del trabajo.
Los vecinos piden a la ciudadanía audifonos para que ellos puedan escuchar y así ambos ancianitos puedan seguir comunicándose entre ellos.
Redactado por: Paula Banegas