La primera persona en Estados Unidos en recibir dos trasplantes de cara, es Carmen Blandin Tarleton, de 53 años, quien mostró su rostro en público después de haberse sometido a la segunda operación.
Asimismo, la paciente tuvo que pasar de nuevo por el quirófano después de que en 2019 empezara a mostrar síntomas de incompatibilidad con el rostro trasplantado, le salieron manchas negras por insuficiencia del flujo sanguíneo, se le inflamaron los párpados y sus labios empezaron a desaparecer, por lo que no podía comer.
Para esta operación, la donante fue Casey Harrington Labrie, una mujer drogadicta que falleció debido a una sobredosis de fentanilo. Las características de su cuerpo eran compatibles con las de la persona operada, lo que favoreció el injerto. Aparte de donarle su rostro a Tarleton, la difunta salvó cinco vidas más al ceder sus órganos.
El caso ocurrió en 2007, el ex esposo de Tarleton irrumpió en su casa, la golpeó con un bate de béisbol y luego le arrojó hidróxido de sodio a la cara durante un ataque de celos, provocándole quemaduras en el 80 % del rostro y pérdida de la visión.
Después de someterse al primer trasplante y recibir una córnea sintética en su ojo izquierdo, la mujer empezó a tocar el piano y a viajar, participando en distintos eventos con discursos.