El detenido viajaba con apócrifa documentación alegando que su intención tras su llegada a Brasil era la de poder asentarse en la capital del municipio de Mato Grosso do Sul, Monte Grande, fronterizo con Bolivia, lugar donde supuestamente planificaba abrir junto a un socio una empresa de perforación de pozos artesianos.
Granier, era apodado con el seudónimo del “fantasma” debido a que mantuvo su vida reservada y porque durante los primeros intentos de su búsqueda hasta 2020, nadie había podido capturar una sola imagen de su rostro.
prófugo de la justicia y buscado desde 2006 por la DEA y la justicia de Argentina desde el 2020, “El fantasma” se dedicaba a bombardear cocaína en la localidad de la provincia de Santa Fe, misma que era potestad del Primer Comando de La Capital, organización criminal conformada por prisioneros.
Los primeros datos sobre la existencia de Granier se obtuvieron de informes de la DEA (Administración de Control de Drogas por sus siglas en ingles), que lo tiene investigado desde el 2006 tras haberse demostrado el vínculo que el reportado había mantenido con “la tía” Castillo, conocida también como la “reina narco”.
El nombre de Granier volvió a cobrar importancia después de haber sido mencionado dentro de la investigación del asesinato de tres personas, Iván Maximiliano Giménez, Érica Vanesa y su hija de un año al salir de la boda de una pareja con antecedentes de narcotráfico
El pseudo empresario Jorge Adalid Granier Ruiz, se sometió a distintas cirugías con el fin de cambiar su fisionomía para que no fuera reconocido y hasta momentos previos a su captura había portado una documentación y un pasaporte con identidad boliviana sujetos al nombre de Jorge Mendes que había comprado en el Estado de Pará.
Redactado por: Alejandro Ayo