Desde que se inauguró este medio de transporte, comenzó su gusto por los trenes, pidió a su abuelita Filomena que lo llevara a conocer.
Pasaron los días, comenzó a dibujarlo y a crear un tren a escala hecho con papel y cartulina, llevándolo todos los lunes hasta la Estación Central para abordar la línea rojo y verde del Tren Metropolitano.
Hoy llegó con un obsequio para el ejecutivo de la Empresa Mi Tren, quién hizo posible parte del sueño de Matías, acompañar al conductor del Tren de la línea Verde.
Su pasión por los trenes y conducir uno, algún día, aún está latente, mientras tanto aprovechará su creatividad y habilidad para seguir jugando con sus trenes hechos de papel, pero deja una gran enseñanza cuidarse para evitar accidentes y cuidar el tren que ayuda a nuestro Medio Ambiente.