Es así que con bolsas grandes de yute pasaron puesto por puesto del mercado para que comerciantes ayuden con algunos víveres.
Se recaudó fideos, arroz, azúcar, sal, verduras, frutas, carnes, salchichas, ropa, pañales, detergentes, galletas e incluso se acuotraron para poder comprarle una garrafa a la señora Lucía para que pueda cocinarles a sus hijos.