Agosto es el mes elegido para las ofrendas porque concluye la primera temporada agrícola en el mundo andino y, según las comunidades indígenas, en este momento del año la Madre Tierra “abre la boca” para alimentarse con ofrendas que retribuyan los frutos dados y los que dará en el futuro.
Algunas ofrendas se entregan en viviendas y comercios, pero también hay quienes las ofrecen en los sitios considerados sagrados para los indígenas, como la Waraco Apacheta, situada en la Avenida Panorámica de El Alto.
Este es el mes en el que la Madre Tierra descansa y muchas personas agradecen por la abundancia y piden prosperidad para el resto del año.
Hoy aprendimos a hacer una mesa de color que calma la sed de la tierra y evita los accidentes, el derramamiento de sangre y las enfermedades, atrae la riqueza, la buena salud y la armonía.