El combo “trabajo y estudio” frente a la computadora, altísimas dosis de WhatsApp, redes sociales y plataformas de streaming coparon las rutinas. Hoy vivimos saltando de un dispositivo a otro porque todo (o casi) sucede a través del celu, la computadora o la tablet. Pasamos demasiadas horas en la misma posición y con la vista fija. Los ojos no dan más… y están pidiendo socorro.
En este contexto, cada vez son más habituales las sensaciones incómodas asociadas a la visión: enrojecimiento, ardor, lagrimeo, picazón, sequedad, cansancio, intolerancia a las luces y a la calefacción, dolor de cabeza, pérdida de nitidez. La idea no es luchar contra la nueva normalidad, el teletrabajo ni las nuevas formas de comunicación, pero sí sumar un paquete de prácticas básicas para neutralizar estos efectos y cuidar la salud de los ojos, que son, ni más ni menos, nuestra ventana al mundo, por ello toma en cuenta estos consejos:
- Adopta la regla 20-20-20. Se trata de, cada 20 minutos de trabajo, tomarte 20 segundos y mirar a 20 pies de distancia –básicamente, mirar al infinito, a lo lejos–. Sirve para relajar la mirada.
- Cuida la postura. Generalmente tenemos una posición de lectura con la mirada hacia abajo, a 45 grados, que reduce el recorrido del parpadeo. Intentá mantener un ángulo de 90 grados entre la cabeza erguida, la posición de los ojos y lo que estés mirando.
- Lee cómoda. Una iluminación adecuada (suficiente, pero sin reflejos molestos), el contraste y el brillo de la pantalla bien ajustados y un buen tamaño de las letras facilitan la lectura y evitan que te canses forzando la vista más de lo habitual.
- Usa anteojos con filtro. Sabemos que la luz azul en altas dosis genera daños fotoquímicos y envejecimiento celular. Lo que todavía no está comprobado es qué pasa con las pequeñas emisiones crónicas de luz azul de los dispositivos electrónicos en los ojos a largo plazo. Entonces, acá juega la vieja premisa “mejor prevenir que curar”: los anteojos con filtro azul bloquean el potencial daño que puedan generar estas radiaciones. Además, el uso de anteojos frente a las pantallas genera un microambiente de humedad entre el ojo y el cristal que ayuda a reducir los efectos del ojo seco por falta de parpadeo.
- Gotas sí, pero no te automediques. Las lágrimas artificiales son de gran ayuda si son hidratantes, pero cada persona tiene su tipo ideal según sus componentes. Por ejemplo, algunas son mejores para usar con lentes de contacto porque son menos viscosas. Cuidado con las de venta libre “para blanquear ojos rojos”; suelen tener drogas vasoconstrictoras, pero a largo plazo pueden producir un desgaste en la superficie del ojo. Mejor pedile a tu médico que te recete las indicadas para tu caso.