La monarca se sometió a unos exámenes médicos el jueves y no regresó al castillo de Windsor hasta el día siguiente.
Isabel II pasó una noche hospitalizada para someterse a “pruebas”, pero el secretismo del palacio real suscitó dudas el viernes sobre su estado de salud.
En un breve comunicado, el Palacio de Buckingham anunció el jueves por la noche que la monarca más longeva de la historia había sido ingresada en Londres la víspera para someterse a unos exámenes médicos y no regresó al castillo de Windsor hasta el día siguiente, a pesar de ello, se conoce que la soberana “mantiene un buen estado de ánimo”.