Cuando las explosiones golpearon su edificio en Kharkiv, Ucrania, la semana pasada, Daryna Sarig entró en pánico, lo que la llevó a esconderse en el sótano. Estaba asustada cuando un perro Spitz llamado Marcel se acurrucó contra ella cuando estaba sentada en el piso.
Cuando Daryna se enteró de que los dueños de la mascota huyeron del país y lo abandonaron, no pudo dejarlo así. Por lo que el pasado miércoles, junto a Marcel abordó un tren hacia Polonia.
Ahora su nuevo compañero la está “protegiendo”, más aun cuando la joven de 23 años, tuvo que escapar sola y dejar a su familia. Esto porque sus abuelos están demasiado frágiles para viajar y su padre, de 53 años, está dentro del rango de edad para el servicio militar obligatorio.
Daryna aseguró: “Marcel me salvó, así que ahora debo salvarlo. Tenía mucho miedo escondiéndome en el sótano de mi edificio, hacía frío y estaba completamente oscuro durante dos de los días sin mucha comida. En total, pasamos siete días allí”.
Y añadió: “Podíamos escuchar cohetes afuera, y yo estaba en el suelo cuando Marcel se me acercó. Estaba temblando, estresado y muy asustado. Pensé que moriríamos y que nuestro edificio se derrumbaría. Vino a mí, me tranquilizó. Si no fuera por él, no sé cómo lo habría logrado”.
De acuerdo al anuncio del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, más de 2 millones de personas ya huyeron de Ucrania.