Una niña de 12 años que asistía a clases de catequesis para realizar su primera comunión, denunció al párroco del Templo del Barrio Ferroviario por abuso sexual.
La menor rompió el silencio y contó a sus padres que fue a recoger una llave a la habitación del acusado y sufrió los toques impúdicos.
El sindicado presto sus declaraciones que este miércoles se sentará en el banquillo de los acusados. La Fiscalía determinó su aprehensión por el delito de abuso sexual.
En el barrio, una vecina aseguró que hace años ya existió el rumor de que el padre cometía toques impúdicos. Ella recuerda que solo quedó en rumores y nunca hubo una denuncia.
Los vecinos aseguran que el padre es bondadoso y está a cargo del Templo desde hace más de 8 años.