Desde ahora los equipos femeninos de beach handball (Balonmano playa) ya no estarán obligados a usar bikinis a la hora de competir. Esto se debe a una modificación que introdujo la federación internacional de ese deporte a raíz de las múltiples críticas y acusaciones de sexismo que recibió en los últimos tiempos por el tipo de indumentaria que se les imponía a las mujeres.
Por esta razón la Federación Internacional de Handball (IHF, según su sigla en inglés) decidió que, a partir de la fecha, las atletas de la disciplina de playa podrán utilizar shorts ajustados tipo de ciclista y tops que cubran todo su torso. Según la antigua reglamentación, las jugadoras estaban obligadas a usar un diminuto bikini cuya parte superior debía ser un típico sostén deportivo sin mangas, mientras que la prenda inferior no debía “tener más de 10 centímetros de ancho de cada lado”.
El punto central de las acusaciones de sexismo reside en que hasta el momento las normativas eran distintas para las mujeres y para los varones.
A ellas se les exigía competir en bikini un tipo de uniforme que sexualiza sus cuerpos y que hasta puede ser incómodo cuando tienen sus períodos, mientras que a ellos se les permitía jugar con camisetas amplias sin mangas y shorts hasta las rodillas.