Aún existen muchas personas que rechazan la existencia del coronavirus y se rehusan a cumplir con las medidas de bioseguridad. Es el caso de este ciudadano británico de 40 años que se negó a utilizar mascarilla en distintos lugares públicos. Estas acciones le costaron su libertad porque fue condenado a seis semanas de prisión en Singapur.
El hombre fue acusado por incitar al odio en disputas y amenazar a los funcionarios públicos que trataron de explicarle que el uso del barbijo es obligatorio y que su deber era colocárselo.
Por órdenes del juez, el sujeto fue sometido a una evaluación psiquiátrica. Sin embargo, los resultados no mostraron nada fuera de lo normal. Por lo que se siguió un proceso normal.