El alto mando del ejército ruso, a través del Coronel General Serguéi Rudskói, dio por terminada la primera etapa de la operación militar iniciada en Ucrania el pasado 24 de febrero.
El militar sostuvo que “el potencial de combate de las Fuerzas Armadas de Ucrania se ha reducido considerablemente, lo que permite centrar nuestros esfuerzos centrales en la consecución del objetivo principal, la liberación de Dombás”.
Rudskoi afirmó que 1.351 soldados rusos murieron en la operación militar y 3.825 resultaron heridos. Por su parte, el ejército ucraniano señala que 15.000 soldados rusos perdieron la vida en el conflicto.