La progenitora expresó que su hijo es inocente, y que conoció a la victima en el domicilio de su hija donde se realizó una fiesta de cumpleaños y allí observó agresiones de la mujer hacia el hombre.
La madre contó que Javier y su hermano menor Ramiro cuando fueron niños tuvieron que crecer en un orfanatorio donde la madre los dejó porque no podía económicamente alimentarlos y tampoco darles una vivienda.
Desde los tres años hasta los 18 años años Javier estuvo en la Aldea Padre Alfredo, luego, buscó trabajo y conoció a su ex jefe Boris a quien le ayudó en su oficina de tramitador durante 10 años y en ese tiempo estudió la carrera de Contaduría.
La madre negó que su otro hijo ( Ramiro) haya ayudado a escapar a Javier y rechazó que haya existido complicidad en el feminicidio.