Después de un minuto de silencio por los caídos en el campo de batalla, el presidente inició su discurso refiriéndose al conflicto bélico que impulsa en territorio ucraniano. Aseguró que el ejército ruso está combatiendo en Ucrania contra una amenaza inaceptable para su nación.
Además, al dirigirse a todo el planeta enfatizó que se haga todo lo posible por evitar “el horror de una nueva guerra mundial”.
Agregó que las fuerzas armadas ucranianas, estaban preparando un ataque contra separatistas prorrusos al este de su país, con el fin de hacerse con una ojiva nuclear en colaboración con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“Se estaba formando una amenaza totalmente inaceptable, directamente en nuestras fronteras”. Calificando además al vecino país de “neonazi”, fundamento bajo el que justificó el accionar bélico, indicando que se trata de una respuesta preventiva y como la “única buena decisión”.
Aseguró que las fuerzas están combatiendo por la patria, por su futuro, para que nadie más olvide lo aprendido en la Segunda Guerra Mundial y que en el mundo no hay lugar para “torturados, verdugos y nazis”.
Putin dio su discurso frente a 11.000 efectivos formados para conmemorar la victoria de Rusia sobre las fuerzas alemanas nazis en el año 1945, un día conocido como el “Día de la victoria”.