Negro era un perro callejero, vivía en la población de Copacabana del departamento de La Paz en Bolivia. El can comía lo que podía y en la mayoría de los casos era maltratado por la gente que se molestaba con su sola presencia
La suerte de Negro cambió. Un día, Frank llegó a dicha población. Esta mujer de nacionalidad canadiense, vio al indefenso perro y decidió adoptarlo. Ya pasó un año de que Frank y Negro se convirtieron en mejores amigos.
Después de recorrer Bolivia, ahora Frank dejará el país para continuar viajando por el mundo. No lo hará sola, se llevará a Negro, su compañero fiel. Primero irán a México y luego a Canadá.