El presidente electo Rodrigo Paz Pereira se comprometió a mantener la libertad de expresión en Bolivia, señalando que durante su gestión no ejercerá presión sobre los medios de comunicación como habría ocurrido en administraciones anteriores, aunque también hizo un llamado a la responsabilidad informativa y a centrarse en las necesidades reales de la población.
Esta declaración viene acompañada de una reflexión sobre cómo su campaña ganó la primera vuelta electoral sin apoyo masivo de medios tradicionales, lo que interpreta como una señal clara de que la ciudadanía valora contenidos diferentes a los ofrecidos por intereses corporativos.