Ashlyn, una pequeña de un año y nueve meses no pudo defenderse y ahora es la segunda víctima de infanticidio en Cochabamba.
La niña fue llevada por su padrastro hasta el Centro de Salud de Cerro Verde, arguyendo que la pequeña había sufrido una caída, pero esta versión no era creíble para la policía, por lo que un fiscal determinó su aprehensión.
La crueldad de su agresor se encuentra reflejada en los múltiples hematomas hallados en su cadáver. Incluso la autopsia determinó la existencia de cicatrices de data antigua.