Hülya piensa que Efsun nunca más volverá a la mansión y decide disponer de la habitación de su sobrina, Pero Memhet Emir se interpone rotundamente a esa actitud, su hija siempre tendrá un lugar en la mansión y nada ni nadie va a cambiar esa realidad.
Efsun no se cansa de arruinar la vida de Bahar una terrible envidia, hacia su media hermana, la mueve a interponerse en su felicidad. Pero esta vez recibió un merecido rechazo, tanto por Onur como por Ates.