En el ataque murieron 19 niños, dos maestras y el propio tirador, que utilizó un fusil de guerra. El mandatario hizo un llamamiento a enfrentarse al “lobby” de las armas, aprobando leyes de control “de sentido común”, que, si bien no servirían para prevenir cualquier tragedia, podrían tener un gran impacto sobre los niveles de violencia con armas del país.
“La idea de que un joven de 18 años pueda comprar armamento de guerra diseñado y promocionado para matar es una equivocación”, concluyó.