El caos de la guerra puede quedar atrás, pero la verdad es que tampoco están del todo seguros fuera de Ucrania.
“Para los depredadores y traficantes de personas, la guerra en Ucrania no es una tragedia”, advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres. “Es una oportunidad, y las mujeres y los niños son los objetivos”.
Las redes de tráfico están notoriamente activas en Ucrania y en los países vecinos en tiempos de paz. Y ahora la niebla de la guerra es la tapadera perfecta para incrementar el negocio.
Karolina Wierzbińska, coordinadora de Homo Faber, una organización de derechos humanos con sede en Lublin, Polonia, dijo que los menores eran la gran preocupación.
Muchos viajaban fuera de Ucrania sin compañía, explicó. Varios niños desaparecieron y se desconoce su paradero actual como resultado de unos procesos de registro irregulares en Polonia y otras regiones fronterizas, especialmente al comienzo de la guerra.
Los líderes de la Unión Europea aprobaron por unanimidad una medida para abrir el mercado laboral, las escuelas y el acceso a la atención médica para los ucranianos, pero como señalan los grupos de derechos humanos, los refugiados necesitan ayuda para registrarse e informarse sobre sus derechos.