En un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas, alertó a la humanidad de una “espiral de autodestrucción” causada por el ser humano. Debido a la constante intromisión humana en la naturaleza y el calentamiento global, como consecuencia de esta intervención, recientemente se han registrado bastantes catástrofes naturales y con alta frecuencia.
Los datos recogidos por la ONU, indican que entre 350 y 500 desastres se registran cada año, lo que significa un gran perjuicio económico para las regiones afectadas. Son más de 170.000 millones de dólares anuales en pérdidas y costos.
“El mundo debe hacer más para integrar el riesgo de catástrofe en nuestra manera de vivir, construir e invertir”, subrayó la vicesecretaria general de Naciones Unidas, Amina Mohammed, indica el informe.
La observación principal del informe, señala la poca consideración y la errónea percepción de los riesgos que implican los desastres naturales. Atribuyendo esta ausencia de importancia, a sentimientos que subestiman su significado, como el “optimismo” y la “invencibilidad”.
Estas catástrofes están en aumento año tras año, lo que indica un perjuicio económico continuo.
La representante especial del secretario general para la reducción de los riesgos de catástrofe afirmó “Al ignorar de manera deliberada los riesgos y al no integrarlos en el proceso de toma de decisiones, el mundo está financiando su propia destrucción.