Según el reporte, el modus operandi del clan delictivo es que comenzaba su recorrido en La Paz, se dirigía a Oruro y llegaba hasta Pisiga. Al promediar la noche, cruzaba la frontera con sus víctimas hasta Chile.
Los datos difundidos por la Policía contabilizan al menos 23 personas que habrían sido víctimas de la red, incluyendo a menores de edad.